¿Por qué el valor compartido empresarial es la mejor vía para salir de la crisis?

La Facultad de Administración de la Universidad de los Andes, en el marco del programa Presidentes de Empresa, organizó una sesión para discutir, debatir y socializar acerca del concepto del valor compartido y de cómo esta propuesta es la mejor solución empresarial para reiniciar después del COVID – 19. La sesión estuvo dirigida por Veneta Andonova, Decana de la Facultad; y Jorge Ramírez Vallejo, profesor de la Facultad, y miembro del Instituto para la Estrategia y Competitividad del profesor Michael E. Porter en Harvard Business School.

El contexto actual ha obligado a negocios y compañías de diversos sectores y tamaños a enfrentar situaciones complejas, inciertas y nuevas. Sin duda, el panorama parece desalentador, pues los efectos de la contracción económica, la reducción en el gasto y la precaución en el consumo simbolizarán un gran cambio para las industrias.

¿Cómo está Colombia en competitividad?

El encuentro inició con el análisis sobre la posición de competitividad de Colombia respecto a los países de la región latinoamericana. Frente a este asunto, la decana Veneta Andonova hizo referencia al estudio realizado con la mentoría del Instituto Michael Porter del Harvard Business School.

A través de encuestas realizadas a 1600 empresas colombianas (de distinta índole) y con gran exposición a mercados regionales e internacionales, se utilizó un marco conceptual para analizar el nivel de competitividad del país y la capacidad de las empresas de generar valor.

De acuerdo con la decana, hay un consenso generalizado sobre el papel protagónico que juegan las empresas en el bienestar social y competitividad de una economía, y existe una conocida correlación entre la productividad de las empresas y el desarrollo del país. Sin embargo, la decana advirtió, existen distintas formas de crear valor.

Si bien, Colombia siempre ha sido aplaudida por el manejo de su política macroeconómica, gracias a la labor de entidades como el Banco de la República; el tema de la efectividad institucional ha sido un punto débil en los últimos años. Por este motivo, en un escenario post–crisis, las empresas se verán –inevitablemente– obligadas a realizar cambios en su estrategia con el agravante de funcionar dentro de marcos institucionales sujetos a importantes mejoras. Muchos de estos ajustes en la estrategia de las empresas estarán relacionados al desarrollo del capital humano y de los colaboradores de las empresas, pues a la final, serán sus ideas novedosas y propuestas estratégicas las que ayudarán a los negocios a transformar la crisis en una oportunidad. Simultáneamente, el sector privado en Colombia necesita reflexionar, advierte la decana, sobre la evolución hacia ideas y modelos distintos que aporten a la competitividad; el business as usual ya no es sostenible en el contexto actual por los grandes problemas acumulados en temas sociales y medioambientas que la crisis del COVID-19 sacó a relucir.

¿Cuál es el papel del sector empresarial?

Por su lado, el profesor Jorge Ramírez expuso acerca del papel del sector empresarial y las posibles consecuencias de la pandemia a la operación de las organizaciones. En definitiva, afirmó el profesor Ramírez, el coronavirus cambió la ecuación y, hoy en día, los endowments dejaron de ser importantes para la competitividad. Lo monetario y lo fiscal se vieron desestabilizados, y el tema macro dejó de girar en torno a la estabilidad y se trasladó a hacer los correctivos para retornar al balance del pasado.

Según el profesor, los dos mayores retos de las empresas post COVID–19 son: salir de la crisis mediante un plan sólido que incluye reflexionar sobre el posicionamiento estratégico y los cambios de modelo de negocio y una estrategia agresiva de ayuda para mejorar a las problemáticas sociales y ambientales de su entorno.

La clave está en que el país ofrezca a las empresas un ambiente de negocio para generar mayor valor, por medio de, mejores condiciones y posibilidades para innovar. Sin duda, después de la pandemia, la situación cambiará, por lo cual ofrecer oportunidades será el diferencial que un gobierno puede dar a sus empresas y así fortalecer su posición frente a competidores regionales y globales.

El sector empresarial en Colombia requiere de una nueva aproximación, mayor énfasis en la innovación y el impacto por medio de la creación del valor compartido, donde la iniciativa privada de manera económicamente sostenible da soluciones a problemas sociales y medioambientales. Éste último, se logra trabajando de la mano con el gobierno y la academia para resolver los cuellos de botella y los problemas que por muchas décadas no han encontrado su solución.

Conclusiones

Las conclusiones principales del encuentro giraron en torno a que el diferencial de Colombia después de la crisis debe ser el talento humano, así como la gran necesidad que habrá de repensar las estrategias empresariales a largo plazo, muy ligadas a la innovación de productos, procesos y modelos de negocio.

Igualmente, ampliar las oportunidades para los empresarios será un aspecto fundamental ante el cual las empresas podrán aportar desde la generación del valor compartido. Y por último, será importante entender que la prosperidad colectiva se debe construir a partir de la interacción y el intercambio mutuamente deseable, en una sociedad que crea ideas nuevas y que no dependa primordialmente de los recursos heredados – como el carbón, el petróleo, entre otros. Este modelo de prosperidad colectiva basada en la competitividad empresarial puede ser generado a partir de soluciones empresariales que garantizan la sostenibilidad en todas sus dimensiones y así generan valor a la sociedad también en lo social y medioambiental.